Si calientas leche con frecuencia, preparas salsas delicadas, pudines caseros, glaseados o gachas, el cazo para leche te facilitará mucho el trabajo. Porque te permite trabajar con ingredientes delicados sin que se quemen, sin tener que removerlos y sin tener que vigilarlos constantemente. Por lo tanto, es una opción ideal para padres de niños pequeños, amantes de los desayunos dulces o pasteleros caseros entusiastas.
Por el contrario, si no sueles preparar este tipo de platos y solo calientas leche de forma excepcional, puedes prescindir del cazo para leche.
En resumen: cuando lo necesitas, no tiene precio. Si no es así, no dude en prescindir de él.
Pero, además de calentar leche, el cazo para leche también se puede utilizar para:
- gachas de leche, pudines y salsas bechamel,
- coberturas y cremas de chocolate que necesitan una disolución lenta y suave,
- platos de huevo y nata que de otro modo se cortarían fácilmente,
- masa choux para buñuelos o profiteroles,
- o en él se descongelan suavemente los alimentos congelados sin riesgo de pérdida de estructura.




