Para calentar leche, cocer huevos, derretir mantequilla, hacer pudin casero, papillas para bebés e incluso vino caliente. A menudo subestimamos el cazo, aunque es una de las piezas de menaje más utilizadas en cualquier cocina. Si quieres facilitar la cocina y, al mismo tiempo, disfrutar de una herramienta que funcione durante años sin concesiones, merece la pena dedicar un momento a su elección.
Cazo: Pequeño gran ayudante - cómo elegir el mejor

Cazos más populares según la valoración de nuestros clientes

- El acero inoxidable luce elegante, es resistente a la corrosión, los olores y las manchas, y es fácil de mantener. Las cacerolas de acero inoxidable son excelentes para cocinar a diario y son especialmente eficaces si tienen un fondo sándwich multicapa, ya que esto garantiza una distribución uniforme del calor y evita que se peguen los alimentos.
- El propio acero inoxidable tiene una conductividad térmica peor que la del aluminio o el cobre, por lo que puede tardar más en calentarse sin un fondo de calidad. En algunos modelos más baratos, puede producirse un calentamiento desigual.

- El aluminio destaca por su ligereza y excelente conductividad térmica: las cacerolas de este material se calientan muy rápido y calientan de manera uniforme. El aluminio fundido suele ser más robusto y duradero que el laminado, y las superficies antiadherentes facilitan la cocción sin grasa y la limpieza posterior.
- El material más blando es más susceptible a deformarse. La superficie antiadherente requiere precaución (los utensilios metálicos o la limpieza inadecuada pueden dañarla) y, además, hay que contar con que se desgastará con el tiempo.

- Las cacerolas de titanio destacan por su extrema resistencia, larga vida útil y excelente distribución del calor. Son antiadherentes y resistentes a los arañazos. Son perfectas para la cocina diaria intensiva y también soportan temperaturas más elevadas.
- Tienen un precio inicial más alto, pero se justifica por su alta calidad y durabilidad. Algunos modelos tienen una construcción más maciza, por lo que pueden ser más pesados de manejar, pero, por otro lado, son muy estables.

- Las ollas para leche de cobre son una opción profesional: reaccionan muy rápido a los cambios de temperatura, lo que permite un control total sobre la preparación de los alimentos. Además, tienen un aspecto fantástico y añaden un toque de lujo a la cocina. La capa interior suele ser de acero inoxidable, lo que facilita su mantenimiento y garantiza un uso seguro.
- Mayor precio y necesidad de cuidado regular de la superficie de cobre (pulido para evitar que se empañe). Además, el Cobres es un metal relativamente blando que puede ser propenso a rayarse o abollarse si el cazo se manipula con brusquedad.

- Los cazos de cerámica son populares por su superficie antiadherente natural. Cocinar en ellos es delicado con los ingredientes y la superficie resiste bien que se peguen los alimentos. Son especialmente adecuados para preparar platos más ligeros: salsas, mezclas de verduras o platos lácteos. Además, gracias a su superficie neutra, no influyen en el sabor ni en el aroma de los alimentos.
- La Cerámica es más frágil y menos resistente a los golpes y a los cambios bruscos de temperatura. Con el tiempo, pierde su antiadherencia y se agrieta fácilmente si no se manipula con cuidado.

- Cazos pequeños (0,5–1 litro)
Ideales para tareas pequeñas que realizas a diario: derretir mantequilla, calentar leche o preparar gachas para bebés. Gracias a su tamaño, se calientan rápidamente y se manejan fácilmente con una sola mano. También son excelentes como ayuda para servir, por ejemplo, salsas o chocolate derretido. - Cazos medianos (1–3 litros)
El tamaño más versátil, que utilizará casi a diario. Ideal para preparar salsas, porciones pequeñas de sopa, risotto, huevos cocidos o guarniciones como cuscús, trigo sarraceno o arroz. Si cocina para dos o cuatro personas, sin duda acertará con este tamaño. - Cazos grandes (4–5 litros)
Adecuado para cocinar para toda la familia, para preparar caldos, guisos o ragús jugosos. También los apreciará al cocinar para el fin de semana o cuando reciba visitas. Gracias a sus paredes más altas, mantiene bien el calor y permite remover cómodamente sin riesgo de que se derrame.
Sartenes antiadherentes de calidad

Las cacerolas más altas y estrechas son ideales para cocinar líquidos, como caldos, leche o gachas. Mantienen la temperatura durante mucho tiempo y minimizan la evaporación. Por el contrario, las cacerolas más anchas con una superficie inferior mayor son ideales para preparar platos más espesos, salsas o para reducir. Proporcionan una mayor superficie de contacto con el calor, por lo que el contenido se cocina más rápido y de manera uniforme. Además, la forma ancha facilita la mezcla y el servicio.

El mango debe ser fuerte, bien formado y cómodo de sujetar para que el recipiente pueda manipularse de forma segura incluso cuando esté lleno. Si buscas una cazo que también pueda utilizarse para hornear en el horno, elige un modelo con mango de acero inoxidable. Por el contrario, los mangos de plástico o madera permanecen fríos al cocinar y son fáciles de sujetar, pero no son aptos para el horno. Presta también atención al método de fijación: los mangos remachados o firmemente soldados son los más fiables y resisten el uso diario sin aflojarse ni tambalearse.
Rendiles de cobre prémium

- Boquilla
Una aparente nimiedad, pero increíblemente práctica. Una cazo con boquilla (preferiblemente a doble cara) facilita enormemente el vertido de salsas, sopas o leche sin goteo. - Escala de medición interna
Si cocina según una receta o quiere medir rápidamente agua para las gachas, una cazo con una escala de medición en el interior le ahorrará tiempo y otros utensilios. - Tapa para cazo con posibilidad de colar
Algunas cazos tienen tapas para cazo con orificios para colar fácilmente el agua de la pasta, las verduras o las patatas. Práctico, seguro y sin necesidad de utilizar un escurridor. - Doble asa
En los cazos más grandes y pesados, agradecerá un pequeño asa opuesta que le permita sujetarlo con ambas manos de forma cómoda y segura, sobre todo si está lleno de salsa caliente. - Compatibilidad con la placa de cocción
Al elegir un cazo, no olvide comprobar su compatibilidad con su placa de cocción. Recuerde que los cobres no suelen funcionar en la inducción. - Compatibilidad con el horno
Aunque utilice principalmente el cazo en la cocina, la posibilidad de meterlo en el horno puede ser útil. Compruebe la temperatura máxima que pueden soportar el mango, la tapa para cazo y la superficie. - Apto para el lavavajillas
No todos los cazos son aptos para el lavavajillas. Si insiste en esta forma de mantenimiento, consulte las instrucciones del fabricante antes de comprar. - La inversión merece la pena
Aunque la cazo sea un detalle, se usa muy a menudo y durante mucho tiempo. Un modelo de calidad le recompensará evitando que se pegue la comida, haciendo que la cocción sea más rápida, el mantenimiento más fácil y, además, le durará años.
Las cazos de acero inoxidable más populares según las valoraciones de nuestros clientes

Las mejores marcas de cazos: calidad que se nota al instante
de Buyer
Marca francesa con una rica tradición que fabrica utensilios de cocina para cocineros domésticos y profesionales. Sus cacerolas de acero inoxidable y cobre se encuentran entre las mejores, no solo en términos de rendimiento, sino también de durabilidad.
Eva Solo
Minimalismo escandinavo, funciones inteligentes y un diseño que luce genial incluso en la mesa del comedor. Las cacerolas Eva Solo son ligeras, prácticas e ideales para el uso diario, por ejemplo, con un pico vertedor, escala medidora o para inducción.
Mauviel
Si busca lo mejor que ofrece el mundo de los utensilios de cocina de cobre, elija las cacerolas Mauviel. Se fabrican a mano en Francia y brindan el máximo control sobre la cocción. Ideal para cocineros exigentes que valoran la combinación de rendimiento y elegancia artesanal.
