La oxidación es una reacción natural en la que el hierro reacciona con la humedad y el oxígeno. La oxidación puede aparecer en el acero si olvidaste secar bien la sartén o si permaneció en un ambiente húmedo durante mucho tiempo. Pero, sin duda, la sartén no debe acabar en la basura.
Cómo eliminar el óxido de una sartén de acero
¿Hay signos de óxido en tu sartén de acero? ¡Que no cunda el pánico! Incluso si encuentras una sartén de acero oxidada de tu abuela. Este tesoro también se puede salvar. Te asesoraremos sobre cómo hacerlo en 5 sencillos pasos.

Las mejores sartenes de acero según las valoraciones de nuestros clientes
1. Lavado de la sartén
Empieza lavando la sartén a fondo con agua caliente y jabón. Utiliza un cepillo suave o una esponja para eliminar toda la grasa y la suciedad superficial que se pueda quitar.
2. Remojo en vinagre
Llena un recipiente lo suficientemente grande como para que quepa la sartén con una solución de agua y vinagre a partes iguales (1:1). Sumerge la sartén en la solución y déjala en remojo durante aproximadamente una hora. El vinagre ayudará a disolver el óxido y, poco a poco, deberías empezar a ver el color original del acero en algunas zonas.

3. Uso de vinagre y bicarbonato de sodio
Después del baño de vinagre, aplique una pasta hecha con un poco de vinagre y bicarbonato de sodio en las áreas oxidadas. Se producirá una reacción que aflojará aún más el óxido y otras impurezas. Frote suavemente con un estropajo por dentro y por fuera hasta que desaparezcan todos los rastros de óxido e impurezas.
Luego, enjuague bien la sartén y séquela; puede lograr una superficie perfectamente seca secándola en un horno caliente. Si solo una gota de agua permaneciera debajo del aceite que aplicará a la sartén en el siguiente paso, causaría más oxidación.

4. Curado (calentamiento)
Ahora viene la verdadera magia. Aplica un poco de grasa o aceite a la sartén, preferiblemente vegetal. Con un papel de cocina o un trapo, extiéndelo bien por toda la superficie, incluyendo el exterior y el mango, si también es de acero. La capa de grasa debe ser muy fina para que cree una película protectora.
Puedes realizar el curado de dos maneras:
Curado en la estufa
Coloca la sartén en la estufa y caliéntala a temperatura media (es necesario alcanzar el punto de humo del aceite, por ejemplo, el aceite de colza lo tiene alrededor de 240 °C). El aceite empezará a humear y durante este proceso se empezará a formar la capa protectora deseada. Una vez que el aceite deje de humear, deje que la sartén se enfríe por completo.
Curado en el horno
Precaliente el horno a al menos 200°C e introduzca la sartén engrasada. Puede colocar una bandeja o papel de aluminio debajo para recoger el exceso de aceite que gotee de la sartén. Caliente la sartén en el horno durante al menos una hora y luego deje que se enfríe lentamente en el horno.
Observe que la sartén ha recuperado su típico color oscuro y su sutil brillo.

5. Repetición
Si quieres que la superficie de la sartén sea realmente perfecta y duradera, repite el paso del aceite y el calentamiento dos veces más. Cada capa reforzará la protección de la sartén.

- Mantenimiento regular: Si la sartén no está muy sucia, basta con limpiarla con un paño de papel. En caso contrario, lave la sartén con cuidado y séquela bien. De vez en cuando, puede aplicar una fina capa de aceite.
- Restauración del curado: De vez en cuando, puede repetir el proceso de curado para reforzar la resistencia de la superficie.
- Cuidado con la humedad: Nunca deje la sartén mojada o en un ambiente húmedo. No la deje en remojo y séquela siempre con cuidado lo antes posible.
- Lavado: Lave la sartén a mano, sin lavavajillas ni productos de limpieza agresivos.
¡Y listo! Con este procedimiento, no tienes que preocuparte de que tu sartén de acero favorita no esté en perfectas condiciones. Así que, la próxima vez que veas óxido, respira hondo y recuerda: ¡tiene solución!